Mujer

El empleo es una de las mejores garantías contra la violencia que sufren las mujeres

24 Noviembre 2015 | Archivado en Mujer

UGT, con motivo del Día Internacional para la eliminación de la violencia contra las mujeres, reclama más recursos para luchar contra esta lacra, denuncia los recortes presupuestarios en esta materia y exige un mayor compromiso para avanzar en la adaptación real de las medidas de fomento de empleo y formación a las mujeres víctimas de violencia de género, cuyas características y necesidades son específicas y especiales.

Asimismo, solicita una protección social adecuada. El sindicato, que promueve una campaña a través de las redes sociales en la que expresa el rechazo a la violencia contra las mujeres #UGTdiceNO, anima a participar en los distintos actos convocados en toda España para mañana, 25 de noviembre.

UGT dice no a la violencia de género y hace un llamamiento a toda la sociedad sobre la insoportable extensión de la violencia; la que sufren las mujeres a manos de sus parejas o exparejas, el acoso sexual en el trabajo, la intimidación en la calle, el acoso en internet, la violencia de control en las jóvenes, y en especial las terribles consecuencias que estos ataques acarrean en la salud, la integridad, la dignidad y la vida laboral de las mujeres.

Según la Organización Mundial de la Salud, la violencia contra las mujeres -especialmente la ejercida por su pareja y la violencia sexual- constituye un grave problema de salud pública y una violación de los derechos humanos. Las cifras recientes de la prevalencia mundial indican que el 35% de las mujeres del mundo han sufrido violencia de pareja o violencia sexual por terceros en algún momento de su vida.

En nuestro país, convivimos con el resultado más atroz e inadmisible de la violencia de género: los asesinatos de las mujeres que, en este año, ya asciende a 48 víctimas.

Al respecto hay que señalar que los recortes presupuestarios en esta materia, hacen que en la actualidad las medidas existentes resulten insuficientes y carecen de la eficacia esperada y deseable para lograr los objetivos previstos para los que se creó la norma. Ante esta situación es evidente que es necesario aumentar los recursos humanos y económicos que los distintos profesionales y ámbitos implicados -sociales, jurídicos, sanitarios, policiales, reclaman sistemáticamente, al tiempo que consideramos el empleo como una de las mejores garantías contra la violencia que sufren las mujeres.

De las 54 víctimas mortales por violencia de género en 2014, solo el 29,62 % de ellas estaban trabajando y el 12,96 % eran pensionistas. Del total de la contratación registrada por los Servicios Públicos de Empleo en el mismo año, solamente el 0,004 % de los contratos correspondieron a mujeres víctimas de violencia  de género, lo que viene a constatar la escasa repercusión que los acuerdos de contratación suscritos por el Gobierno con las empresas.

Es necesario avanzar en la adaptación real de las medidas de fomento de empleo y formación a las mujeres víctimas de violencia de género cuyas características y necesidades son específicas y especiales, y en la eliminación de las limitaciones de las medidas de protección social en relación tanto a la cobertura de dicha protección como a la duración de la misma.

Asimismo, resultaría aconsejable revisar las limitaciones en el ejercicio de determinados derechos derivados del condicionamiento de los mismos a los intereses de la empresa o a la falta de concreción legal, como el derecho a la reordenación del tiempo de trabajo y a la reducción de jornada de las trabajadoras víctimas de violencia de género.

Consideramos necesaria la mejora de la protección social de las víctimas de violencia de género con reducción de jornada en relación con el acceso a la protección de desempleo.

Por otra parte, entendemos que comportamientos como el de acoso sexual y acoso por razón de sexo en el ámbito laboral, no solo viola el derecho a la dignidad, a la libertad y a la igualdad de las mujeres, sino también el derecho a su salud.

Estimamos necesario abordar su tratamiento en la normativa sobre prevención de riesgos laborales, al mismo tiempo que tanto el acoso sexual como el acoso por razón de sexo deberían tener el mismo tratamiento como delito en el Código Penal.

Hay que recordar que la Confederación Sindical Internacional (CSI) ha reclamado ante el Consejo de Administración de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), una norma específica que permita combatir la violencia de género en el lugar de trabajo.

Con el fin de denunciar y exigir el cese de la violencia contra las mujeres, mañana día 25 se celebrarán numerosos actos en la mayoría de las provincias españolas promovidos por UGT, junto a otras organizaciones y asociaciones, en su mayoría concentraciones y manifestaciones, pero también jornadas, marchas en bici y carreras populares, que finalizarán la mayoría de ellos con la lectura del manifiesto conjunto de UGT y CCOO.

Este año, además, UGT lanza una campaña a través de las redes sociales con una imagen acompañada del mensaje “UGT dice NO a la violencia de género”. Para la que utilizaremos el Hastag #UGTdiceNO, con el fin de sensibilizar al mayor número de personas, para que cese la violencia contra la mitad de la población por el hecho de ser mujeres.