¡No al mercadeo en la prevención!

Impide la venta de las Sociedades de Prevención de las Mutuas. Firma nuestra petición

En los tiempos que corren no es baladí hablar de la salud, es más, en estos momentos la palabra salud suscita una respuesta inmediata, tiene el reflejo de protesta y privatización. Este es el caso que nos ocupa y que nos ha estado ocupando durante 9 años. El entorno de trabajo debe ofrecer una respuesta segura en cuanto a las exigencias laborales de las que emanan las diferentes actividades desarrolladas en nuestro entorno laboral. Un puesto de trabajo no deben asumir riesgos, la ley de prevención desde el año 1995 ha derramado responsabilidades para todos los agentes que intervienen en una actividad laboral. El trabajador desde su derecho a efectuar su labor en un entorno seguro reclama el deber de protección del empresario, y esta es la esencia de la prevención, no otra, simplemente evitar accidentes de trabajo.

Puede parecer una labor sencilla poder evitar el accidente, no lo es, en esta lucha intervienen infinidad de elementos que sesgan la esencia, entre otros, factores comerciales introducidos desde que se determinó elevar a oficial las protestas emitidas desde los pequeños servicios de prevención, aludiendo competencia desleal en la actividad efectuada por las mutuas en materia preventiva. Fue entonces cuando se reguló sobre la segregación de la prevención de las mutuas de procedencia, convirtiéndose en sociedades mercantiles en un mercado libre, lastradas por unas deudas impuestas de origen poco claro, y derivadas, en parte, por una nefasta gestión de las Mutuas y aprobadas con el beneplácito de la Seguridad Social. Este hecho supuso que muchas de las Sociedades de Prevención nacieran ya condenadas a la desaparición, o a una reestructuración feroz normalmente soportada fundamentalmente por el colectivo de trabajadores del sector. Aún así, conseguimos salir adelante fundamentalmente gracias al esfuerzo de los trabajadores, ya que la mayoría hemos sufrido recortes de derechos, salarios y pérdidas de puestos de trabajo.

La sucesión de errores han ido concatenando situaciones que han desembocado, en lo que es actualmente, un sector huérfano de un garante cumplidor de la norma en materia preventiva. Todo queda en grandes titulares, sensibles a una realidad dura y cruda como es el accidente de trabajo, este es el auténtico fracaso de la prevención. La administración pública, protagonista de la situación se ubica en la grada de espectador, sin más, no hay intervención, acusan recibo de las protestas que día a día ofrece el sector a través de los diferentes indicadores que la sociedad presenta, todo ello paralizada en su estructura compleja e ineficaz frente al duelo diario.

En toda esta parálisis del análisis entra la comercialización caníbal de los servicios en prevención, enmarcados en un entorno de precio, dejando de manera incuestionable a un segundo plano lo esencial, que es evitar accidentes de trabajo. A partir de la famosa Ley de Segregación, el sector se convierte en un campo de batalla, entre los Operadores Privados y las Sociedades de Prevención, se entra en una guerra de precios donde lo único que vale es facturar a toda costa, sin tener en cuenta la esencia de estas empresas, la Protección de la Salud y la Seguridad de los trabajadores. Lo que ha llevado a que la prevención se contrate “con el mejor postor”, independientemente de la calidad de los servicios ofertados u objetividad en los informes emitidos.

Por si todo esto no fuera suficientemente dramático, el pasado 20 de Diciembre de 2013, ha visto la luz un Anteproyecto de Ley por el que se modifica la Ley General de la Seguridad Social en relación con el régimen jurídico de las mutuas de accidente de trabajo de la Seguridad Social, en el cual, entre otras cosas, dispone que antes de finales del 2014, las Sociedades de Prevención deben venderse o disolverse.

Este nuevo ataque, no sólo va a suponer, en el peor de los casos, miles y miles de despidos (añadidos a los que ya vienen produciéndose en el sector por el abaratamiento de costes, gracias, también, a la Reforma Laboral), sino también la precariedad laboral en todo el sector que sobreviva. Lo que implicara más aun que se deje sin prevención objetiva y de calidad a todos los trabajadores de este país, fomentando el incumplimiento del artículo 14.1 de la LPRL que indica claramente que los trabajadores tienen derecho a una protección eficaz en materia de seguridad y salud en el trabajo.

El coste de la no prevención por no querer protegerla es inmoralmente desorbitado. La prevención es vital, y un derecho fundamental, pero también es competitividad y productividad para todos. Con una prevención efectiva y de calidad, se reducen los costes derivados del absentismo y mejora la satisfacción de los clientes y la imagen de la compañía. Cada accidente laboral y enfermedad profesional no solo puede costar vidas sino también fuertes pérdidas económicas en indemnizaciones, prestaciones, aumentos en el coste de los seguros, juicios...

Ya hace unos años que el Ministerio Fiscal observó una “especie de apatía” tanto en los medios de comunicación como en las instituciones, lo que está transcendiendo a toda la sociedad. Además ha descubierto una tendencia creciente por parte de los órganos judiciales a considerar que el ámbito de sanción de estas infracciones es el administrativo, relegando la aplicación de sanciones penales. A consecuencia de todo esto la Fiscalía viene observando una “cierta atenuación” en el nivel de cumplimiento de la normativa por parte de las empresas. Esto se está notando especialmente en las pymes que frente a sus problemas económicos intentan ahorrar costes en prevención.

En un asunto vital como es la Seguridad y Salud de los trabajadores no puede existir especulación ni comercialización, que es a lo que una vez más nos lleva este Anteproyecto de ley de Mutuas

Concluyendo, la prevención no se posiciona en lo preceptivo, lo pro activo, sucede después, aún más, nos encontramos con realidades tan dispares como según el poder adquisitivo que presenta una empresa, esta será la calidad de su prevención... por lo tanto tendremos trabajadores más o menos expuestos al riesgo de accidente en función de la prevención que se pueda permitir la empresa.

Ha de establecerse un sistema que garantice la independencia de los profesionales de la prevención para evitar la posibilidad de choque de intereses entre quiénes se ocupan de las labores preventivas (técnicas y sanitarias), y quién tiene el deber de protección (empresario). Asimismo garantizar la independencia de los profesionales de Servicios de Prevención Ajenos, con el choque de intereses al prestar el Servicio bajo contrato mercantil, dónde se buscan los precios más bajos, así como la presión de éstos profesionales que puedan someterse a estilos de dirección por objetivos.

Teniendo en cuenta que la seguridad laboral se trata de un derecho fundamental, para FeS-UGT lo lógico es la universalización de su alcance, y tratándose de un asunto de suma importancia del que depende tanto la incapacidad del trabajador e incluso la muerte, todos estos trabajadores han de poder disponer de una Prevención de Riesgos Laborales adecuada y suficiente. Una forma de garantizar que se compita en calidad y no en el precio, para FeS-UGT, es que se lleve a cabo a través de un sistema de cuotas regulado por el correspondiente Reglamento de Colaboración con la Administración, con controles y acciones de la Inspección de Trabajo y Seguridad Social, así como de las Administraciones Públicas.

FeS-UGT está totalmente en contra de la venta de las Sociedades de Prevención y más en contra de su disolución, y así se lo vamos a plantear al Gobierno en nuestras alegaciones. Vamos a seguir luchando para evitar que esta Ley salga adelante y destruya nuestros puestos de trabajo y para ello necesitamos todo vuestro apoyo. Es fundamental que todos estemos unidos para conseguir esta meta.

Impide la venta de las Sociedades de Prevención de las Mutuas. Firma nuestra petición

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